Ayer fui a una conferencia de Beatriz de la Iglesia. Para los que no sepáis quien es (yo hasta ayer no lo sabía) es una persona increíble, abierta y transparente que ha fracasado mucho en la vida, pero de cada fracaso ha sacado lo bueno y ha seguido adelante para ser lo único que ella quiere ser en la vida, FELIZ.
Ayer fui a la conferencia y todavía no he podido dejar de darle vueltas a las mil y una enseñanzas que saqué de allí. Estoy segura que éste va a ser sólo el primero de varios posts inspirados por todo lo que ayer nos contó Bea.
Como ya he dicho ella busca la felicidad, y por lo tanto no puede soportar la queja y entonces nos dijo “quejarse es de persona triste” y me hizo pensar.
Todos tenemos mil razones para quejarnos, y nos quejamos…
Nos quejamos de la crisis, nos quejamos del paro, de los políticos y de la situación actual. Nos quejamos de los impuestos y de las nuevas leyes. Nos quejamos de nuestros jefes, los horarios de salida del trabajo y de estar explotados. Nos quejamos cuando tenemos que estudiar y sino nos quejamos cuando tenemos que trabajar.
Nos quejamos de lo pesadas que son nuestras madres y lo estrictos que son nuestros padres. Nos quejamos porque nuestro hermano pequeño es un mimado y el mayor se cree que tiene poder sobre mí. Nos quejamos de las proyecciones que tiene nuestra familia sobre nosotros. Nos quejamos porque son demasiado protectores.
Nos quejamos porque no hemos podido ir a una fiesta o no conocemos un país en concreto. Nos quejamos porque hay gente de vacaciones y nosotros aún no. Nos quejamos por no estar en la playa. Nos quejamos por no poder viajar más.
Nos quejamos porque nos sobran unos kilos o porque nos faltan unos centímetros de altura. Nos quejamos porque no estamos en forma o porque no somos habilidosos para los deportes. Nos quejamos porque no se nos dan bien los idiomas o no somos artistas.
Nos quejamos por lo que sea, pero nos quejamos…
Y en la mayoría de nuestras quejas echamos la culpa a otros, mirando para afuera y pensando solo en lo malo. Y mientras más nos quejamos más nos enfadamos y más tristes estamos y es que como Bea nos dijo quejarse es de persona triste. Las personas felices agradecen, ser agradecido te hace feliz.
Y me doy cuenta que nos quejamos mucho más que agradecemos pero que tenemos muchas más razones por las que dar gracias que por las que quejarnos. Y si pensamos en todas esas cosas buenas que tenemos seremos mucho más felices.
Así que yo quiero empezar aquí a dar gracias…
Gracias por la maravillosa familia que tengo, que me ha enseñado casi todo lo que sé y me ha llevado a ser la persona que hoy soy. Gracias por mi madre, tan dedicada a sus hijos que siempre ha estado ahí cuando hemos necesitado. Gracias a mi padre que ha trabajado toda su vida para poder darnos lo mejor. Gracias a mis hermanos, porque son parte de mí.
Gracias por las increíbles amigas que tengo, porque de todas ellas saco cosas buenas y con ellas he pasado los mejores ratos de mi vida. Gracias porque aunque no tengo hermanas biológicas ellas han sido como hermanas para mí.
Gracias por todas las oportunidades que he tenido. Por haber podido ir a un colegio en el que educarme. Por haber podido aprender idiomas y tener experiencias en el extranjero. Gracias por haber podido ir a la universidad y estudiar la carrera que yo elegí. Y gracias por tener un trabajo.
Gracias por tener una casa donde dormir y un plato de comida caliente que comer todos los días. Gracias por todas las oportunidades que tengo. Gracias porque puedo salir a la calle sin tener miedo de que me pase algo. Gracias porque puedo salir por las noches a pasármelo bien. Gracias por todas las fiestas que he tenido y gracias gracias gracias porque tengo la increíble suerte de poder viajar por el mundo y conocer distintos países que es mi pasión.
Gracias porque estoy sana. Gracias porque puedo ser quién soy. Gracias porque tengo la suerte de ser independiente y no estar sometida a nada ni nadie. Gracias porque puedo buscar mi felicidad y gracias porque la he encontrado.
Gracias porque tengo proyectos en mi vida por los que luchar y por los que tener ilusión. Gracias por el blog y por todos los buenos momentos que éste nos ha dado. Gracias por poder disfrutar de tantas cosas que me gustan: la naturaleza, los animales, el teatro y la comida…
Gracias por la charla que ayer escuché de Beatriz que me ha hecho pensar y que escribiendo todas estas cosas me doy cuenta de lo afortunada que soy y empiezo feliz un nuevo día, dispuesta a serlo el resto de mi vida.
Así que recordad, cuando vayáis a quejaros de algo pensar en todas las cosas que tenéis y dad gracias por ellas. Así seremos personas felices y no tristes.
Gracias a todos.
-A.