Aquella noche, cuando ya llevábamos varias copas de más y un par de horas pasadas las dos (deberíamos hacer caso a Lily, después de las dos de la mañana no pasa nada bueno) me diste unas lecciones de economía aplicada al amor que nunca he olvidado.
Hace ya casi siete años de esa boda, pero han sido muchas las noches que me he acordado de «tu clase», y hace un par de meses, cuando leí el post de La Recena que se titulaba El coste de oportunidad no pude evitar acordarme de ti.
Siempre te gustó quedar por encima de mí, y por eso te encantaba llevar un año mas en la misma carrera y universidad que yo. Como si yo estuviera siguiendo tus pasos… Y aquel día cuando justo había acabado mis exámenes de primero me preguntaste con una sonrisa si había aprendido lo que eran los costes de oportunidad. Todavía dudo si aquella sonrisa era porque con la pregunta estabas examinando lo que había aprendido en el año o porque sabías que te contestaría con la lección perfectamente aprendida y las palabras exactas que me había estudiado, y te podrías volver a meter conmigo por ser «doña perfecta«.
Para alguien que no sepa lo que es, como bien define La Recena, el coste de oportunidad es el valor de la mejor opción no realizada. Aquello a lo que renunciamos cuando tomamos una decisión
Tú me hablabas de éste coste haciendo referencia al resto de invitados de la boda con los que podríamos estar ligando, y a los que ni tú ni yo estábamos haciendo caso, porque habíamos decidido que la mejor opción éramos nosotros. Hubo muchas noches que siguieron a aquella en la que por mucho que valiese la mejor opción no realizada nos parecía poco alado de lo que valía la opción de estar juntos tú y yo.
Sabíamos que no eso no iba a nada, y es por eso que me preguntaste si sabía lo que significaban los costes de oportunidad, porque sabíamos que estábamos dejando pasar oportunidades por empeñarnos en algo que a todas luces iba a acabar en fracaso. Por algo que no iba a funcionar nos cerrábamos a opciones mucho mejores, pero nos daba igual. Pensábamos que lo bien que lo pasábamos juntos, aunque sólo fuera una noche, nos merecía la pena.
Pensábamos que bailar nuestras canciones y que me cantaras al oído las letras era algo sólo nuestro, y a mí me hacías creer que eso que me decías era verdad. Pensábamos que la complicidad y la confianza que tú y yo llegamos a tener no la tenía cualquiera, y eso nos hacía especiales. Pensábamos que el hecho de que pudieran pasar meses sin vernos y a los cinco minutos de estar juntos pareciese que nunca nos habíamos separado tenía que ser algo especial. Pensábamos en definitiva que no había nadie que encajase mejor que tú y yo juntos, y eso, eso fue nuestro gran error.
Me hizo falta que una tercera persona apareciese para darme cuenta de lo que estaba dejando pasar, de lo que me costaba esas noches contigo que se acababan cuando me iba a casa, esperando al principio ese mensaje que más tarde aprendí que nunca llegaría. Me hizo falta que una noche contigo me hiciera sentirme mal y sentir miedo por poder perder a la otra persona, que estaba conociendo, para darme cuenta de las oportunidades que estaba perdiendo malgastando el tiempo contigo. Me hizo falta que alguien me encontrara y luchara por mi como nunca habían hecho, para darme cuenta del coste de oportunidad que me estabas suponiendo.
Tengo que reconocer, que aunque nuestra historia no fue ni mucho menos perfecta de nuestros errores saqué muchísimas enseñanzas, como la de los costes de oportunidad que ahora que estoy en una situación parecida no puedo sacarme de la cabeza.
Y después de haber pensado tanto en esto, me pongo a darle vueltas, y no sé si está bien o mal pensar en lo que estás dejando pasar cuando decides estar con alguien. No sé si deberíamos de simplemente estar ciegos por esa persona y ni siquiera plantearnos que hay alrededor. Quizás es muy frio y calculador eso de pensar en los costes de oportunidad…
Pero lo que si sé es que las oportunidades están ahí y no vuelven. Que si las dejas pasar desaparecerán, y que tenemos una vida y hay que vivirla, así que lo que no puedo hacer es pensar en quién no se lo merece, y dejar pasar oportunidades cuyo coste es mucho mayor que la opción que no me deja verlas.
-A.
La vida, es solo una, las oportunidades a ciertas edades ya no vuelven, por lo que cuando pasa alguna, te tienes que coger a ella, si no…..te quedas sin ninguna…
En eso estamos totalmente de acuerdo!
Gracias por pasarte por aqui y comentar.
-A.
pues creo que no has entendido nada
Totalmente de acuerdo, las oportunidades no hay que dejarlas escapar porque podemos arrepentirnos. Buen post!
http://descubriendotuestilo.com/
El texto dice todo lo contrario. Hay que saber elegir bien las oportunidades porque mientras pierdes el tiempo con una elección erronea dejas de percibir oportunidades mejores
Dicen que es mejor arrepentirse de hacer algo que no de no haberlo hecho pero si cuando estas con alguien tu corazón te pregunta ¿qué demonios haces ahí? lo mejor que puedes hacer es irte…
Un saludo!
Se me ha quedado grabado lo de «coste de oportunidad», fantástico post.
Muchas gracias!!
Las decisiones deben tomarse con el corazón… se anula el arrepentimiento y el coste de oportunidad no tiene ningún valor.
…y esque, no hay mayor verdad que esta!!! Lección del » Coste de Oportunidad» aprendida…ya estoy lista para examinarme!!Muy bueno el post, un saludo.
Impresionante la mezcla de emociones que provocas.
Durante los cuatro primeros párrafos no se me quitaba la sonrisa de la cara y el resto perdido entre una aglomeración de recuerdos nostálgicos.
Y sí, sin ninguna duda hay que aprovechar cada momento que vida sólo hay una, y nada de pensar en quien no te piensa.
De nuevo salgo de tu blog más completo de como entré.
Un saludo!
http://viveynosobrevivas.blogspot.com.es/
Muchisimas gracias por tu comentario!!
Me alegro haber podido causar esa sensación en ti, ya con eso ha merecido la pena el post ;)!
Un saludo,
-A.
Soy de los que piensa que en el amor, nunca hay coste de oportunidad. Me gusta la frase «No sé si deberíamos de simplemente estar ciegos por esa persona y ni siquiera plantearnos que hay alrededor.» me define muy bien. Siempre habrá alguien mas nuevo, mas interesante y mejor que nosotros así que en estos temas prefiero no tener en cuenta el coste de oportunidad.
Creo que cuando una persona te llena no hay que tener en cuenta ese coste, ya que sin duda ese amor vale mucho mas que cualquier opción no realizada.
Pero el problema llega cuando no es así, y es ahí cuando creo que surge el coste de oportunidad
Entonces, ¿el amor no es para siempre?.
Yo creo rotundamente que el amor SI es para siempre, esto se refiere a cuando no lo has encontrado aún.
Me duele ver como transmites con tanta pasión una visión mercantilista del amor y de las personas a las que amamos, consumimos sentimientos y personas, consumimos sensaciones gracias al capitalismo social en el que vivimos, no arreglamos, tiramos y compramos algo nuevo..
Cuando leo esto pienso en mis padres o tantas parejas que han construido algo juntos en la vida arreglando, superando sus problemas, moldeandose ambos y escribiendo una historia de dos, ahora lo importante es el YO, lo que me acompaña por el camino es accesorio y perecedero.. Todo tiene fecha de caducidad.
El coste de la oportunidad es aquello a lo que renunciamos con nuestras elecciones, eligiendo vivir buscando cada oportunidad renunciamos a construir una gran historia moldeada con esfuerzo y siendo mas grande que ti mismo, puede ser que no queriendo perder ninguna oportunidad se pierdan todas y al final del camino el coste sea verse solo rodeado de recuerdos caducados.
Pensar en las personas como un coste o un beneficio es muy peligroso, ya que todos estamos hechos de ilusiones, no de papel moneda, pero me encanta como escribes, creo que sigues enamorada de la idea de lo que se quedó atrás e intentas justificar con teoría económica algunas decisiones del pasado.
Enhorabuena por tu post
Muchas gracias Seba por tu comentario.
No era mi idea transmitir ver a las personas como papel de moneda, sino utilizar una metáfora para poder justificar como dices algunas decisiones con teória económica.
No me cabe ninguna duda de que no hay nada mejor que poder construir una historia juntos, y que cuando encuentres a una persona con la que poder construirlo no habría que tener en cuenta ninguna oportunidad fuera. Yo sigo con la esperanza de que llegue y poder construir como tus padres una historia de dos.
Saludos,
-A.
Me ha encantado este post sobre un término como es el de «costes de oportunidad» que ya había escuchado pero no había conseguido entender así de bien hasta que leí tu texto. No es necesario perder tu tiempo con personas que no quieren perderlo contigo, así que a veces es bueno pensar y tener en cuenta esos costes de oportunidad que supone estar con ciertas personas. Enhorabuena por el texto!
Un saludo.
Visto de forma tan analítica, la verdad es que la decisión es difícil. Pero me alegro de que el coste de la oportunidad haya sido mejor. No obstante, me dejas con un desconcierto: si todo ese tiempo pensaste en los costes de oportunidad, es que no estabas disfrutando porque esperabas otra cosa. Moraleja, que creo que es tu conclusión: más vale disfrutar el momento, que si en algún momento algo va mal y aparece una nueva oportunidad, eso es algo que ya se verá. Saludos.
Me encantan tus post, de verdad que me hacen reflexionar sobre la vida y las cosas cotidianas que valen la pena detallar, creo que el coste de la oportunidad fue perfecto en este momento pues no solo aplica para el amor, también a los sueños que dejamos pasar por tener control en nuestra vida y no arriesgarnos. Saludos desde Colombia
Es genial!!! una vez más…os superais con cada post! ya os echaba de menos con uno así de removerme fantasmas del pasado! debería de recopilarlos y hacer un libro. Seguro que triunfa 🙂
deberíais **
Muchas gracias Sara por comentar! Creo que un libro se nos queda demasiado grande, pero la simple idea de que pienses que triunfaría nos encanta!!
Un beso,
-A.
Reblogueó esto en Vuelo bajo de las golondrinasy comentado:
Después de las dos de la mañana vete a dormir.
después de las dos de la mañana no lasa nada bueno; creo que es pasa* ¿no?
Si claro, gracias.
He leído decenas de posts, de este y otros blogs pero este… «chapeau». El maldito «coste de oportunidad» me ha perseguido desde la primera clase que di en la carrera y miles de recuerdos han pasado por mi mente.
Podrás creerlo o no, pero se me ha puesto la piel de gallina al acabarlo. Espero que el aire acondicionado haya contribuido xD
Congrats!!
Reblogueó esto en Filosofando…y comentado:
«Me hizo falta que una tercera persona apareciese para darme cuenta de lo que estaba dejando pasar»
Genial A,
genial, genial y genial.
Yo estudié ADE y reconozco que la Teoría del coste de oportunidad también me ha dejado pensando alguna que otra vez.
Un abrazo muy fuerte A,
http://twocentsinmypocket.com/2015/06/03/soy-una-maleducada/
Una manera muy sencilla y clara de explicar los costes de oportunidad… ¡Y original! Aunque yo creo que cuando te planteas el coste de oportunidad de estar con una persona, es que realmente no quieres estar con esa persona. De lo contrario, ni te planteas lo que te pierdes cuando tienes una relación con alguien.
¡Un beso! Y feliz semana 😉
https://descubriendomissecretos.wordpress.com/
Benditos y malditos costes de oportunidad
Un placer
Me viene genial haber leído esto, gracias!