Creo que sabes quién soy

Creo que no sé disimular y que mi anonimato se ha acabado.

Creo que estabais deseando que publicara otro post a ver si me descubríais del todo. Así que aquí me descubro un poquito y os dejo las cosas en las que creo:

Creo en las buenas personas, en mi familia y mis amigas. Creo en el trabajo bien hecho y en el valor del esfuerzo. Creo que el esfuerzo tiene su recompensa. Creo que todo tiene un buen final, y que si no es así no es el final.

foto2

Creo en los amores de verano, y en los de invierno, por qué no. Creo que la amistad entre hombres y mujeres tiene un límite, y que pasado ese límite te acabarás enamorando. Creo que la confianza es lo más importante en una relación y que el amor y la amistad hay que cultivarlos.

Creo en las noches de borrachera en las que ves amanecer. Creo que los mejores días son los no planeados. Creo en las copas que empiezan a las seis de la tarde. Creo en los domingos de resaca con amigas y en los consejos de sabias para comentar todos y cada uno de nuestros ligues. Y creo, como no, que tener un bar en el que te conocen por tu nombre y te dan tu sitio es lo mejor. Creo en nuestro bar, porque sé que siempre voy a encontrarme a alguien allí.

Creo en el buen vino y que un gin tonic vodka con sprite después de una buena comida es lo mejor que puede haber. Creo en las sobremesas que se convierten en meriendas y cenas. Creo en los planes que se sabe cuándo empiezan pero no cuando terminan, porque NO creo en las prisas.

Creo en los viajes, en conocer nuevos paises, cuidades y paisajes. Creo que de los viajes podemos sacar experiencias y anécdotas de las que nos acordaremos toda la vida. Creo en cualquier tipo de viaje, ya sea con familia, amigos, novio o incluso sola, pero siempre con ganas de conocer el mundo.

foto5

Creo en las señales. Creo en el poder del chocolate. Creo en las personas que saben escuchar. Creo que la prudencia es una virtud que poca gente tiene. Creo que la impaciencia de hoy en día nos hace mucho daño.

Creo que la buena convivencia se basa en el respeto. Creo que he tenido mucha suerte con mis compañeras de piso. Creo que nada une más que vivir juntas y creo que he hecho amigas para toda la vida. Creo que siempre estarán ahí y creo que saben que yo lo estoy.

Creo que me encanta la música. Creo en las canciones que tienen significado y en las letras de Alejandro Sanz. Creo en la sensación de cantar en el coche o en la ducha como si todo dependiera de ello. Creo en los conciertos. Creo en el cine, pero que ir al cine sin palomitas no es lo mismo. Creo que no hay nada como ver una película en versión original. Creo en el teatro.

Creo que hay pocas sensaciones mejores que la de llegar a tu sitio de veraneo y ver el mar. Creo que Septiembre es el mejor mes para ir a la playa. Creo que Madrid es estupendo pero no puedo dejar de echar de menos ese olor a mar y los paseos por la playa.

foto3

Y, ¿sabes qué? Que creo que no quiero que sepáis quién soy, y que no os lo voy a reconocer. Creo que el blog perdería la gracia si yo pierdo el anonimato y que ya no podría escribir con la misma libertad. Por esto, creo que es mejor que así quede, para que pueda seguir disfrutando escribiendo como hasta ahora.

Pero sí que tengo que deciros, no sólo a vosotras sino a todos, que creo que tengo una suerte tremenda con mis amigas. Creo que sois las mejores. Creo que en la variedad está el gusto. Creo que nos complementamos y que no nos falta de nada.

Creo que os debía este post y aquí lo tenéis.

Creo que somos aquello en lo que creemos, y yo soy lo que os acabo de decir.

Os quiero,

-A.

 Inspirado en El Credo de un Vividor del Guardián entre el centeno.

¿Por qué escribo?

 A veces, días como hoy en los que no he parado ni un sólo minuto llego a casa reventada y me pongo a reflexionar. Hoy he llegado y sólo tenía una cosa en la cabeza “tengo que escribir un post”.

He abierto el word y he estado mirando la página en blanco un rato. Yo la miraba y ella me miraba a mí, pero nada, no he encontrado nada que me inspirase como para escribir ese post que sé que le debo al blog. Y en medio de la frustración “de la página en blanco” me he hecho a mi misma esa pregunta que tantas veces me han hecho los demás ¿Por qué escribo?escribir 3 Como la mayoría de las buenas preguntas, ésta tiene una difícil respuesta, me atrevería a decir que ni siquiera yo tengo muy claro por que escribo.

Escribo porque me gusta, me desahoga, me relaja y me entretiene. Escribo porque creo que es una manera de concerme mejor y aceptar muchos hechos que no aceptamos cuando sólo están en nuestra mente.
Escribo porque a veces siento que si expreso las cosas con palabras son más reales.escribir 1 Escribo para mí, o a veces, como hoy, escribo porque siento que se lo debo a los demás.

Escribo porque me gusta leer, y me encantaría aprender a escribir. Escribo porque me he enganchado a ello, y como Z repite en varios posts es algo que acaba creando adicción. Escribo porque lo necesito.

Escribo porque es lo que une a este blog, que ha sido mi proyecto más importante, que lo he cuidado y mimado viéndolo crecer y que tantas ilusiones me ha dado.

Escribo porque se ha convertido en una parte de mí.

Y tú, ¿Por qué escribes?

escribir 4

-A.

Las cosas que no tienen precio

Porque donde unos encuentran solamente excusas, algunos encuentran razones.

tumblr_memtonh5TX1qa9mbeo1_500

Y es que tiene gracia la cuestión porque donde algunos se aferran al no, otros luchan hasta el final por tener el sí. Donde algunos dan todo por hecho y se rinden a la más mínima señal de llovizna, otros bailan felices bajo la mayor tormenta posible y consiguen salir de ella. Mojados, pero salen, y además con una sonrisa de las grandes.

La pregunta que nos debemos hacer todos en algún momento es: ¿qué es lo que hace que seas de un bando u otro? ¿Qué es lo que hace que, aunque estés calado, sigas andando hasta llegar a donde soñaste?

No creo que sea la suerte ni la fortaleza mental ni el qué dirán. Dudo que sea el tener mucha sabiduría o experiencia. De hecho, precisamente los niños son los que mejor saben llevar estas situaciones y salir de ellas. Tampoco creo que sea la cultura o el provenir.

No.

Todo se reduce esencialmente a las ganas, a la cabezonería, al “no podrán conmigo”. Y esas ganas con el desgaste de la vida a veces nos las acaban quitando o, lo que es más peligroso, nos las quitamos nosotros mismos.

Así que aprovecho este espacio para reivindicarlas una vez más. Para quitarle el polvo a esas cinco palabras y gritarlas escribiendo.

Las ganas de levantarte por la mañana después de un mes de infierno y decir “hoy sí, hoy me como el mundo”. Y te lo comes. Punto. Así de fácil.

Las ganas de por fin superar esa pequeña espina que has tenido clavada desde hace años, de por fin perdonar lo imperdonable, porque ya no te mereces gastar en el asunto ni un segundo más.

Las ganas de hacer un cambio radical porque lo de siempre te harta, ya sea comprarte esa chaqueta preciosa que era demasiado cara, sentir con emoción cómo te cortan la melena dos cuartas, o mudarte a otro país, lejos o cerca, da igual, lo importante es perder por las calles todo el equipaje acumulado de tantos años. Y sin darte cuenta casi, te empiezas a sentir muy ligero.

tumblr_mzmzyc77Yv1qaay1oo1_1280

Las ganas de abrirte a una persona y vivir una nueva aventura sin preocuparte por el inicio, nudo o desenlace porque ahora disfrutáis los dos y todo lo demás da igual. Puede que el final llegue a los dos meses o puede que no llegue jamás. Pero eso no es lo importante, sino los momentos compartidos.

Las ganas de aprender a hacer eso que siempre has querido dominar pero nunca te has atrevido. Esas ganas de llevar a cabo el proyecto y llegar a ser el mejor del mundo en ello. Ríete si quieres pero te digo que es posible, da igual la edad que tengas.

Las ganas de perder la cabeza de vez en cuando para mantener la cordura, de apostar porque sí, de reír porque sí, de tomarte un vino más porque sí. Porque la vida son esos pequeños gustos. Porque sí.

La emoción de cuando pisas suelo nuevo, que simplemente son ganas de lo inesperado. De descubrir un nuevo lugar y pensar: a ver qué pasa aquí, aquí no hay límites, aquí todo es posible.

Las ganas de volver firme donde juraste no pisar y decir “aquí estoy yo y me da todo igual”. Esas ganas sí que son buenas. Porque, además de hacerlo con todos, te desafías a ti mismo y creces mucho más allá de lo que imaginaste. Queremos la versión 2.0 directamente, nada de betas y pruebas.

Las ganas de mirarse al espejo y que lo que veamos nos guste. Y sonriamos. Y nos chifle y rechifle. Y así aceptarnos, gustarnos y querernos un poco más, que nunca viene mal autopiropearse.

tumblr_n7gbe2AjiG1sbp4z2o1_500

Las ganas de fortalecer una relación antigua, esa amistad que ambos habéis dejado que se deshaga por la comodidad y el paso de tantos años. Revívela. Lo más bonito que me ha dicho un amigo en mi peor momento ha sido que mis problemas eran los suyos también. La carga sigue está ahí, pero se aligera que no te imaginas. Eso, y no el oro, no tiene precio.

Las ganas de quitarse precisamente las ganas de complicarlo todo. Que las tonalidades pueden ser interesantes pero ya llega un punto en el que nos liamos demasiado. Que no es que no haya que jugar con fuego porque queme, sino porque deja marca de por vida. Que basta ya de perder el tiempo, de standbys, de no jugársela.

Las ganas de dejar de vivir a base de migas y empezar a exigir un banquete. Que las cosas a medias no nos gustan. O sonríes o no. O te enamoras o no. O todo o nada. Mejor dicho, o doble o nada.

Las ganas de querer a las personas por todo lo que han sido y serán, por todo lo que te han dado y te darán, y saber qué exigir a quién. Porque no todos te van a dar lo mismo y lo bonito está en saberlo y disfrutar de su particular cachito.

tumblr_ls8v40v8EY1qgx6jto1_500

Las ganas de tomárselo todo un poco más despacio, de saborear los días y disfrutar del mundo que nos ha tocado. Que si te paras un poco verás que el café huele mejor, que los besos saben mejor y la palabras suenan mejor.

Y sobre todo, las ganas de una chica de escribir sobre las ganas y por fin encontrarlas.

– Z