Señales del destino

Siempre he creído que todo pasa por algo, por lo tanto es muy normal que suelte el comentario “eso es una señal”, pero ¿qué son realmente las señales? Y ¿cómo decidimos su interpretación?

Creo que se puede afirmar que es peligroso eso de ir viendo todo como señales, sobre todo cuando se refiere a cosas relacionadas con el amor, ya que podemos desvariar cualquier simple hecho pensando que es una señal ya sea para bien o para mal.

 Haciendo honor a mi fama de pesimista en mi caso suelo pensar que todo son señales para demostrarme que NO tiene que pasar, pero últimamente siguiendo los consejos de una amiga, me he dado cuenta que las señales aparecen donde nosotros queremos para poder auto justificarnos.

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Hace ya un par de años que conocí a un chico, coincidimos en un plan de fin de semana que organizaban unos amigos en común. A pesar de que me gustó desde que le vi, no me acerqué a él en ningún momento del fin de semana porque decidí que tenia novia, no me pregunten por qué pero hay demasiadas veces que doy cosas por hecho que no son verdad, y en este caso me jugó una mala pasada ya que para cuando me enteré que era soltero ya nos íbamos, y yo había perdido el tiempo.

Me quedé pensando en él, le hablé a mis amigas de él y cotillee su Facebook de arriba abajo. Nos escribimos un par de veces pero nunca llegamos a quedar. Cada vez que yo iba a algún plan con sus amigos él no estaba y cuando no iba yo alguna amiga mía me escribía para contarme que ahí estaba él. Entonces empecé a pensar que todo eso eran señales del destino, no teníamos que ligar porque sino no estarían pasando todas esas “casualidades” que nos separaban a uno del otro.

  También consideré como señales en contra de que pasara algo entre nosotros que yo llegara a un bar justo cuando se había ido él, que me encontrara a todos sus amigos continuamente pero él nunca estuviera, que justo cuando él me proponía un plan ya fuera tomarnos una copa los dos o ir a cenar yo siempre tuviera algún compromiso de esos a los que no puedes faltar. Pero el colmo fue el verano pasado, fui por primera vez en mi vida a La Coruña, donde el veranea, y justo el día que llegué me escribió para decirme que acababa de llegara a Marbella y esperaba verme por allí. Entonces de verdad me plantee que algo estaba en nuestra contra.

 Mi amiga Sandra, harta de que Lourdes y yo no paremos de hablar de las señales y que yo no parara de quejarme por todas las señales que había en contra de que yo ligara con llamémosle Javier me abrió los ojos con un “discursito” en el que argumentaba el poco fundamento que tenían las supuestas señales, y que realmente algo o alguien te interesa debes de luchar por ello, superando las dificultades que aparezcan por el camino.

Imagen“Los muros existen para darnos la oportunidad de demostrar hasta qué punto deseamos algo.  Los muros están para frenar a la gente que no desea suficientemente algo.  Están para frenar a los demás” (Randy Pausch).

Por lo tanto si quieres algo lucha por ello, demuéstralo. Mientras más cuesta lograr un objetivo, mayor es la satisfacción que éste nos da, o por lo menos eso he experimentado yo a lo largo de mi vida.

Volviendo a la historia principal, y uniéndola con éstas ultimas reflexiones quiero deciros que yo decidí que a mi no me iban a frenar los muros, decidí que las dificultades se sobrepasan y que a mi me gustaba Javier lo suficiente como para por lo menos intentar tener algo con él, que saliera bien o no ya era otra cosa, pero por lo menos haberlo intentado. Puedo deciros que gracias a Dios esquive los muros que se me presentaron en mi camino y ahora he conseguido lo que quería, de hecho algo mucho mejor y yo estoy feliz.

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Con todo esto sólo quería transmitiros que hay que luchar por lo que queremos en la vida, sea en el aspecto que sea, y encontrar motivos para continuar esa lucha, y no excusas para abandonarla.

– A.